Terri No me gustan especialmente los animales. Es más, recuerdo que los perros me daban cierto repelús, hasta miedo. Hasta que llego Terri a casa. Un bodegero andaluz , eso nos dijerón al menos, con pelo blanco y manchas negras, que ha crecido más de lo esperado y que disponía de supuestas habilidades rastredoras para la caza, que hasta el momento no hemos vislumbrado. Tiene otras muchas: comer todo lo que no lo que correponde a su naturaleza perruna, dormir en espacios mullidos durante horas, lanzarse encima de las visitas, y ladrar como si no hubiera un mañana cuando algo o alguien le disgusta. También ha adquirido destrezas diversas para relacionarse con cada persona de la casa. Con una juega, con otro pasea y yo me he convertido en su sofá preferido. Luego esta su clara preferencia por las chicas, jovenes y guapas ; no sé como las identifica, pero doy fé que es una d...